Proclamar la Palabra de Dios no es solo un servicio, sino un don para compartir. Cuando se leen las Sagradas Escrituras en la Iglesia, Dios mismo habla a su pueblo y Cristo está presente en la Palabra.
Un lector está llamado a ser un líder de la asamblea a través de su proclamación e involucrar a la comunidad parroquial en una reflexión profunda sobre la Palabra de Dios.
Si está interesado en ser voluntario para este ministerio, comuníquese con Gracemarie Torzala.